Hong Kong, símbolo de la amenaza china para la democracia

La celebración ayer del 25 aniversario de la entrega de Hong Kong a China por parte de Reino Unido en 1997 ha deparado un cúmulo de tajantes declaraciones con las que el presidente chino, Xi Jinping, escenifica su inmutable decisión de aplastar cualquier resquicio de libertad. Esa libertad de la que disfrutó la ex colonia británica hasta el momento en que se convirtió en la «Región Administrativa Especial de la República Popular China». Ni 25 años ha tardado Xi en violar el compromiso entre Pekín y Londres de mantener vigente el modelo de «un país y dos sistemas» durante al menos medio siglo.